EL ENCUENTRO.
Escrito por jomapare (Desconectado Offline), el 12 de junio de 2009
Faltaban unos minutos para que todos los alumnos salieran como una estampida de cebras asustadas por las leonas, espere un poco impaciente afuera de la escuela. El sonido del timbre anuncio la hora de salida y todos los chicos gritaron de entusiasmo, poco después empezaron a salir unos tras otros, la mayoría de ellos estaban felices, entusiasmados, otros, los menos se notaban cansados y quizá hambrientos, no importaba, afuera estaban los puestos de chicharrones, papas y aguas frescas.
Yo estaba entre los autos de aquellos padres que esperaban a sus hijos, a lo lejos pude ver una silueta parecida, sí era mi hija, iba acompañada por una chica y dos jovencillos, supongo que eran Erika, Paco y Jorge, sus mejores amigos, no se veían malas personas sin embargo eso no les quitaba la posibilidad de andar en malos pasos, recordé lo que la profesora me había dicho.
Allí en mi escondite improvisado espere cerca de veinte minutos hasta que al fin pude ver salir a la Profesora Elisa, me acerque presurosa antes de que se marchara, por fortuna para mí un fólder de los que llevaba se le cayó y tuvo que levantarlo, cuando abrió la puerta del auto, le hable para detenerla.
.-Maestra.... -ella volteo algo sorprendida.
.- ¡Señora!, ¿como esta?, ¿puedo ayudarle en algo? -No sabía por dónde comenzar, me tocaba las manos nerviosa.
.-Leí la libreta de mi hija....es verdad lo que me decía... Necesito que nos ayude…no quiero perder a mi hija. –Suplique.
La maestra se quedo viéndome, yo tenía un nudo en la garganta y hacia esfuerzos por taparme las heridas de la cara, ella se quedo en silencio por un segundo.
.- ¿Ya comió? la invito a comer, ¿qué le parece? así aprovechamos para platicar un poco.
Dude la respuesta, no sabía que decir.
.-Pero... usted...
.- ¡Ande! vamos a aquí cerca, aún tengo un poco de tiempo para pasar por mi hijo.
Dije que si con la cabeza y ella sonrió. Subimos al auto, me sentía extraña.
.-¿Es casada? –Pregunte para romper el silencio.
.-No. Soy madre soltera. ¡Felizmente soltera! -Dijo en tono de broma, después se torno más seria y empezó a manejar. - ¿Entonces ha pensado en lo que le dije?
.-Si, pero necesito ayuda... yo sola no puedo.
.-Como le dije antes yo le ofrezco ayuda pero necesitamos que la más interesada sea usted, yo no sé mucho pero por Clara podemos empezar a buscar ayuda, mientras tanto podemos hablar...ser amigas...y apoyarnos mutuamente.
Elisa era una mujer muy segura de sí misma, no muy alegre pero con una apariencia de paz y valor que envidiaba; después de algunas calles estaciono el auto.
.-Aquí es, cocinan muy rico, ya lo veras... ¿puedo hablarte así verdad? Tutearte.
.-Si, claro.
Bajamos del auto, caminamos media cuadra. Me dio un poco de pena entrar al restaurante con la cara hinchada y mi ropa vieja. Nos sentamos en una mesa con vista a la calle, no era un lugar lujoso pero si agradable.
.-No son de aquí, ¿verdad?, digo de Querétaro. Pregunto la Profesora.
.-No...Somos de aquí cerca...de Guanajuato.
.-¿Y cómo fue que te decidiste a cambiar de lugar de residencia?
Me quede un segundo callada.
.-Fue... por los problemas que tuve con el papá de Clara. -No me gustaba hablar del tema, quería evitarlo y ella lo percibió
.-Si es muy difícil podemos hablar de otra cosa, ¿te parece?
.-Sí. –Trate de sonreír pero creo que me vi forzada.
Un mesero se acerco, nos saludo y me dio la carta, después a Elisa. En ese momento lo pude ver de frente y él a mí. Ambos nos quedamos sin decir nada hasta que se le escapo mi nombre.
.- ¿Sara? -Pregunto con dudas, habían pasado varios años, podía haber cambiado algo y aparte por los golpes.
.-No. Usted me está confundiendo.- Me puse nerviosa.
.-Usted... tú eres Sara. –Afirmo entonces; no pude más y me levante de la mesa ante el asombro de todos los presentes, salí corriendo del lugar como una loca pero eso no me importo en lo más mínimo. Elisa fue tras de mí y me alcanzo.
.-¡¿Espera?! ¡¿Qué pasa?, Sara, espera!
.-¡Vámonos, vámonos!. -Le repetía constantemente; llegamos al auto y nos subimos lo más rápido que pudimos, yo estaba llorando, el pasado volvía a mi vida nuevamente. Elisa estaba sumamente confundida sin embargo arranco y nos alejamos.
.-Sara, me asustas, ¿quién es ese hombre?
.-Carlos...el hermano de Pedro, el padre de Clara.
.-Sara... necesito que me tengas confianza, debes contarme todo -Detuvo el auto, yo mire a los lados, estábamos muy cerca, no sabía si Carlos nos había seguido- si no te has dado cuenta todo tu pasado es la raíz de tus problemas y si no lo afrontas será casi imposible que logremos algo.
.-Es que... es muy difícil...
Me tomaba la cabeza con ambas manos, quería olvidar y a la vez luchar, me jale los cabellos.
.-¿Que paso con el padre de Clara?
No respondí, solo me quede llorando y pegándome en la cabeza.
.-Sara... ¿Qué paso con el padre de Clara? -Volvió a cuestionar.
.-Es una historia muy larga de contar.
.-Según Clara su padre está muerto. –me miro buscando una respuesta.
.-No, él no está muerto. Clara tiene razón, no está muerto, por eso no me cree, le he dicho mentiras pero ella no es tonta poco a poco ha ido descubriendo que no es verdad y tengo miedo.
.-No sé qué decirte, todo ha sido tan rápido…y tampoco sé en realidad todo lo que ha sucedido, estoy confundida. –Dijo Elisa esforzándose por entender lo que le decía.
.-Es muy difícil, son cosas que no le he contado a nadie, que solo yo sé.
.-No entiendo. –Elisa Casi parecía molesta.
.-Quizá no supe manejar las cosas, no se…
Los golpes en el vidrio me asustaron, era Carlos.
.-¡Sara, necesitamos hablar!.
.- ¡Vamonos por favor! –Casi le rogué a Elisa quien estaba igual o más asustada que yo.
Carlos volvió a insistir tocando en el vidrio y después intento abrir la puerta pero yo le había puesto el seguro y no pudo abrirla.
.-¡Necesitamos hablar sobre Pedro!. –Insistió.
.-Espera, yo voy a hablar con él. –Propuso Elisa.
.-No, mejor vámonos. - Elisa no hizo caso a mi ruego y bajo del auto.
.-Mira ella no quiere hablar contigo, pero lo que tengas que decirle igual dímelo a mí y yo se lo comunico. –Dijo bajando del auto y ya no escuche más, Elisa camino un poco para alejarlo del auto. Por el retrovisor pude ver que hablaban y que Carlos le dio un papel pequeño, enseguida regreso al auto. Se notaba seria.
.- ¿Qué paso? –Cuestione y ella se quedo en silencio por un rato, me angustiaba eso.
.-Su hermano está enfermo…se está muriendo.
La noticia me cayó como un balde de agua helada, esta vez estaba ocurriendo, esta vez Pedro el padre de mi hija se estaba muriendo.

 

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Escrito por jomapare (Desconectado Offline), el 03 de julio de 2009
· Leído 52 veces · Sin comentarios · 3 pasajes debajo
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