Sinopsis
Pobre dama sumida en desdicha,
sin versos, sin rimas y en desconsuelo; deseosa siempre de picha, por culpa de algún pobre majadero. Siempre fue de gran tamaño, y que comida no le falte, ya que venga un ermitaño, o algún perro que le salte. Cuando paso, ella me mira, giro el rostro y me hago el loco; no soy yo quien se la tira, mejor me alejo poco a poco. Pobre foca desdichada, grasa pura, cual tocino; aun sin barba y rasurada, no soy primo, no me arrimo.
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