20 de Mayo de 1997
Escrito por Janherbergh ( Offline), el 04 de Mayo de 2009
Hoy he tenido un sueño. No era demasiado normal (¿qué lo es en mi vida ahora mismo?), pero me ha abierto los ojos. Creo que tal vez ha sido esa parte de mi que desea dejarse llevar por la llamada, la que la acepta como algo ineludible, la que lo ha propiciado. En el sueño me veía a mi mismo sufriendo durante meses, sin descanso, perseguido por pesadillas que me alcanzaban incluso durante la vigilia, consumiéndome y hundiendo a los demás en mi locura, mientras luchaba contra la llamada. No sé cuanto tiempo habría pasado, pero al final una imagen de mi mismo demacrado y enajenado veía quebrarse su voluntad y se lanzaba hacía la cueva sin ni siquiera llevar ropa. No ha hecho falta que el sueño me mostrara la conclusión de esa última escena para entender su significado. Luchar no tiene sentido. Si todo sigue como hasta ahora la llamada acabará triunfando. La cueva es peligrosa, las heridas de mi tío abuelo son un ejemplo lo bastante ilustrativo, al igual que el estado de desnutrición y deshidratación en el que le encontraron. Si deseo penetrar en ella y salir con vida (creo que eso es ya lo único que podré salvaguardar de mi mismo), creo que debería empezar a plantear la posibilidad de hacerlo con un pleno dominio de mi mismo, consciente de mis actos y tan preparado como sea posible. Dios mío. Nada más haber escrito esta última frase la llamada parece haberse vuelto más dulce e insidiosa. Quiero ir realmente allí abajo. Ver ese mundo bajo el nuestro. Descender hasta lo más profundo y descubrir lo que se esconde en su oscuridad. Es mi destino. Las últimas horas han sido un frenesí de actividad que no me ha llevado a ningún lugar. He buscado información sobre supervivencia, pero mi mente estaba demasiado activa, demasiado ansiosa para poder concentrarse y sacar provecho a lo que hacía. Mis pensamientos se arremolinaban en cientos de direcciones a la vez, incapaz de retener incluso el hilo más fútil de todos ellos. Por suerte esto ya ha pasado. El simple hecho de abrir este cuaderno y sentarme delante de sus hojas sosiega mi espíritu. He intentado hacer demasiadas cosas y demasiado rápido. Dejarme llevar es lo peor que puedo hacer. Debo permanecer tranquilo, dueño de mis acciones y mis pensamientos. La llamada creo que tiene algún significado, de lo contrario no se centraría únicamente en nuestra familia y se repetiría cada poco tiempo. Hay un vínculo entre nosotros y la cueva, las historias siempre lo mencionan, aunque no dan mayores explicaciones. No al menos las versiones que yo he oído. La abuela siempre parece saber más sobre ellas, es a quien señala el resto de la familia cuando alguien sugiere pasar la velada con historias del pasado. Se niega siempre, casi temerosa de lo que podría desvelarse. Si hablo con ella tal vez pueda ayudarme o contarme algo que me sea de utilidad. He perdido ya todo el día. Mañana iré a visitarla.
Escoge el próximo pasaje
Hasta aquí llega lo escrito para esta línea narrativa de la historia. Si lo deseas puedes contribuir escribiendo el próximo pasaje.
|
Mensaje
|
||
Exito
|
||
Error
|
||
Aviso
|
||