Caminar: suceder los pasos frente a un mismo camino. Dudo que mi vida haya sido simplemente eso, más bien fue alocadamente intercambiar caminos, recaminarlos hasta el cansancio. Amistades que se pierden al cambiar de sintonia el sendero. Un hombre a nuestro lado, una mujer. Le llamaban "cielito", era un coctel que a esos guapos con los que andabamos les gustaba meterse.
La casa de este tipo era una mugre, condones usados desparramados por todos lados, cenizas de cigarrillos, colillas, algunos boxers tirados por ahi. Entramos algo aturdidas. Nos drogamos, bebimos. La noche se fue haciendo cada vez más noche. Mi amiga contrajo una extraña tos, mientras uno de estos tipos le conversaba poesias al oido. La luz comenzo a fallar, el tv estaba encendido en cualquier canal y algunos lo veian como si fuera un semidios mundano. Cuando me dormi recuerdo que vi al pibe, algo cansado, recostado sobre la mesa a punto de ingerir un caldo de verdura.
Cuando desperte por la mañana mi amiga me saco del lugar, y en el camino de regreso, al que tuvimos que imrpovisar porque desconociamos, me conto que el pibe se tomo con la sopa una pastilla, y luego di subir hasta las estrellas, le estallo la cabeza, murio.
Caminar, correr en una noche más oscura que de costumbre, sola en el mundo, y caer al borde de una oficina donde alquilan autos de juguete.