Si alguna vez te has preguntado... ¿y la vida, donde la encuentro?
Si crees que por ahí la perdiste y ni siquiera te diste cuenta...
que crees que la vida te está esperando en algún rinconcito de este mundo; pues no es así.
La vida no te está esperando en ninguna parte, no tienes que ir a buscarla; la vida te está sucediendo, ahora, en este momento, al latir tu corazón, al correr tu sangre por tus venas, al respirar el aire fresco del campo, al escuchar los miles de ruidos de la ciudad...estas vivo, la vida nunca la perdiste, nunca la extraviaste. No está en ningún oscuro callejón, y tampoco se te fue el día que te pegaron el susto de tu vida.
El problema aquí, yo creo que es que te olvidas de que estas respirando el viento, percibiendo miles de olores, escuchando el sonido de los pájaros, la música, tu celular con esa canción que te encanta, ver lo que te rodea y más que nada poder sentir cada caricia.
La vida es un río sin fin con las cataratas más hermosas que se pueda haber.
El silencio, un privilegio que se pueda tener y la soledad un regalo del tiempo, que te permite recordar viejos tiempos e imaginar nuevos momentos.

La vida nunca se pierde, basta con observar muy bien nuestro alrededor para darnos cuenta que la nube negra que tapa nuestros ojos es la de la necedad.

No hay forma de conocer la vida más que viviendo y aprendiendo algo cada minuto de nuestra existencia.