Alarico ha ido a pasar unos dias con un amigo de la escuela que vive en Cranshaw. _ Tia Carry llenó los vasos de los niños con limonada casera, vertiéndola de un enorme jarro de ceramica, y prosiguió diciendo_: Es un muchacho muy independiente para su edad. No quiso que Harry lo llevara alli, y preferió que regresara el jueves, y entonces os lo vais a pasar la mar de bien, ya lo veréis. Es un diablillo; muy animado siempre.
Oyeran un corioso sonido a sus espaldas. Algo intermedio entre una tos y un resoplido. Tia Carry miró a su alrededor. "Satán" estaba hecho un ovillo en la macedora que Qedrito acababa de dejar.
_Tiene que haber sido el gato _indicó la buena mujer, sorprendidisima_. Espero que no se haya enfriado. Si no fuese un gato, pensariamos que se estaba riendo ahora. !Fijaos en sus ojos!.
_Me gustaría más limonada, por favor _pedió Pedro, despierto, tras su siesta junto al fuego.
_Está riquisima, y muy fresca admás _corroboró Jonatán_. Llevará algo de hielo, ¿no tia?
_!Oh, no! El agua de esta zona de la Catedral viene de una fuente, de un manantial subterráneo en el prado del gaitero, no lejos de casa. Y por eso está siempre el agua muy fria, durante todo el año. Probad la que sale enfrente de la Catedral, en una fuente que hay alli. Hacedlo alguna vez y veréis cómo es aún más fria que la nuestra.
Carlota, que llevaba un rato pensativa, dijo de pronto:
_¿También se ha marchado la hermana de Alarico?
_¿Sara? !No, no! Alarico se fue por su cuenta, como os he dicho... _Una arruga de preocupación apareció en el entrecejo de tia Carry_. Sabía que, más pronto o más tarde, acabariais preguntándome por Sara. Bueno, Carlota, lo que sucede es... En fin, que ella no es como otras niñas. Por un lado, no le gusta hacerse en seguida amiga de la gente. Es una criatura muy particular. Admás, me temo que tampoco le gusta mucho el que hayáis venido. Esta mañana organizó un escándalo fenomenal. !Me dio hasta dolor de cabeza y todo! Y ahora creo que habrá ido por ahí, a esconderse; todo por la rabieta que ha cogido...
Carlota se sonrojó indignada. !Asi que Sara no queria ni verlos, no deseaba que aparecieran! !Bueno, pues a aguantarse tocaban, despues de todo ! !Ni más ni menos!
_Le he dicho a su abuelo, tantas veces que ya no recuerdo el numero _seguia diciendo tia Carry_, que debería llevarla a un internado, para que se mezclara alli con otras niñas... le haría muchisimo bien. Pero la cosa es que el señor no quiere ni oir hablar de ello. Aun cuando creo que ultimamente empieza a... _Hizo una pausa para ofrecer a Jonatán unas tortas de lo más apetitoso, a jusgar por su aspecto. Luego continuó_: Sara y Alarico han sido siempre inseparables. El chico es realmente la única persona que de veras le importa en este mundo. Cuando está con él parece que se le cae la baba, !la granujilla! Pero en seguida andan provocándose, y despues terminan siempre metiéndose en uno o otro lio. Claro que, !pobrecitos mios!, no tienen a sus padres como ellos, y su abuelo (!qué corazón de oro tiene el señor, Dios le bendiga!) vive en otro mundo.
Con lo cual tia Carry se sentó casi sin aliento, para servirse una taza de té, decididamente aliviada despues de su pequeño discurso. Jonatán apenas concentrado en otros asuntos.
_Supongo que habrá por aqui un montón de sítios para poder jugar al escondite _observó interesado.
_!Pues claro! Pasadizos, alcobas: ya sabes, toda una colección de habitaciones comunicadas entre si. Por no hablar de las bodegas y desvanes...
!La bodega! Jonatán casi dió un salto en su silla: tan exitado estaba. Siempre habia oído algo acerca de semejante sitio en las infinitas novelas que a él le gustaban; pero nunca estuvo realmente en ninguno de esos lugares subterráneos.
_¿Podremos explorar la casa alguna vez?
_Por supuesto, ¿por qué no habiáis de poder hacerlo?
Tia Carry se levantó, y tomando una caja de cerillas anduvo alrededor de toda la habitación encendiendo las velas. Los chicos ya se habian dado cuenta de que estaba alli, sujetac por unos candelabros que salian de la pared, en los escasos espacios que dejaban entre si los grabados. Pronto irradió su suave resplandor por toda la habitación.
_El señor Hubble no quiere instalar la electricidad por nada del mundo _les explicó tia Carry, viendo la cara de asombro que ponían_: "esa tonteria recién acuñada", como él la llama. Claro está que no debo meterme en ciertas cuestiones; pero a veces no puedo dejar de pensar que la casa seria un poco más acogedora y caliente con unas cuantas luces normales por algún lado, especialmente en esas escaleras, tan oscuras durante el invierno...Si, realmente, el señor está en cuentra de cualquier cosa moderna, sea la que sea. Para su cumpliaños del año pasado (os cuento esto para que os deis cuenta de lo anticuado que es) Harry y yo le regalamos una bonita radio: de pilas, por supuesto. ¿Y queréis que la usa? !Jamás! "Guardemela usted, señora Bowles", me dijo, "no podria dormir ni un segundo con ese truco modernista en mi habitación". Aunque últimamente me he dado cuenta de que la utiliza para cosas muy especiales como, por exemplo, escuchar un concierto de Bach (es un gran partidario de ese compositor) y también le agrada escuchar musica de órgano. Lo cual es muy natural, puesto que fue organista de la Catedral durante muchos años, y era de los buenos, por cierto. Pero si llegáis a ver algo relativamente moderno en esta casa: las ventanas, sin ir más lejos _tia Carry señaló una que daba al jardín_, estad seguros de que data de antes de su época. Y os diré otra cosa: ni sequiera le dejó a Harry que le comprase una máquina de escribir. Escribe a mano todos sus papeles; aun el mismo libro que prepara ahora sobre la Catedral, uno muy largo. Todo manuscrito, y, fijaos, queridos, !con una pluma de ave! Cuando se cansa de hacerlo, Harry le sustituye mientras él va dictando.
"No intente enseñar a un perro viejo nuevos trucos, señora Bowles, me dice a menudo.