Gotitas de Amor y Teson
Escrito por Isabel60 ( Offline), el 04 de diciembre de 2007
Era un bosque precioso, lleno de de bambú, árboles enormes que daban sombra a los animalillos y a alguna otra persona que pasaba por el lugar. La luna bañaba cada noche sus copas y tierra con su radiante resplandor. Era un bosque mágico donde Hadas y Nomos jugaban al corro de la patata. Donde saltamontes y cucarachas iban agarrados de la mano. Donde las ranas iban del brazo de los sapos. Las flores tenían un color especial y cantaban cada amanecer dando gracias por el nuevo día. Un lugar encantador lleno de color, música y magia.
Pero un día el bosque amaneció con el resplandor de las llamas, que un antiguo árbol milenario hacía de casa a los búhos, y unas pequeñas aves rapaces que compartían habitáculo. Los búhos y pequeñas aves quedaron atontados sin saber que hacer. Una de las aves pequeñita que vivía con ellos, fue al río, mojó sus alas y regresó sobre el gran incendio, y las empezó a agitar para apagarlo; y volvía a regresar y volvía a ir una y otra vez. Se la veía muy fatigada pero ella continuaba. Era su hogar. Allí nació y no quería por nada del mundo que su anciano árbol fuera destruido. Lucho y lucho, no la importaba que en ello se la fuera la vida. A toda costa quería que el árbol ya anciano y achacoso no sufriera. Lo quería ver feliz y ahí, en su lugar que llevaba hacía muchos años. - Aja aja, tosía el pequeño ave, el humo la impedía ir tan deprisa como ella quisiera. Se veía un poco cansada pero no podía tirar la toalla, tenía que salvar y cuidar de lo único que tenía y tan feliz le había echo en sus días de vidas. Los demás animalitos acobardados la miraban inquietos y tiritando de miedo. Los Dioses que la observaban, sorprendidos por el afán que vieron en ella de salvar su hogar y la Naturalaza, la mandaron a llamar y le dijeron: - ¿Oye, por qué estás haciendo eso? ¿Cómo es posible? ¿Cómo entiendes que con esas gotitas de agua puedas tú sofocar un incendio de tales dimensiones? Date cuenta: No podrás, es demasiado extenso para ti solita. Tus alitas solo echan gotitas, no lo vas a lograr. El ave modestamente compungida y respirando con dificultad, sus pulmones estaban a punto de reventar por todo el humo que habían respirado contestó: - El bosque me ha dado todo lo que soy y lo que tengo, le amo tanto, yo nací en él, este bosque me ha enseñado la belleza de la vida, de la naturaleza. Este bosque me ha dado todo mi ser, mi existencia. Este bosque es mi origen y mi hogar y por él daría la vida. Y de nuevo comenzó a ir al río y mojarse para seguir moviendo sus alitas y dejar caer gotitas y más gotitas. Los Dioses, Nomos y Hadas opinaron que lo que estaba haciendo la pequeña ave era muy grande. Estaba dispuesta a morir por lo que más quería, su hogar. Decidieron ayudarla y se pusieron los tres manos a la obra para apagar el incendio. Le dieron la orden a las nubes de que se acercaran al río y bebieran toda el agua que les entrara en sus barrigas. Éstas fueron obedientes y así lo hicieron y comenzaron a beber y a beber y a regar el bosque. Alguna de las nubes jóvenes lleno tanto sus barrigas que no podían llegar hasta el bosque y pensaron que harían mejor una cadena. Mientras ellas bebían y se colocaban en fila, las otras nubes tenían que hacer el recorrido más corto, por lo que podrían echar más cantidad de agua. Y así en cadena les cundiría más. Así lo hicieron, el agua se lo pasaban en forma de besos que les hacían muchas cosquillas y el trabajo era más rápido. De ésta forma se pudo apagar el árbol anciano y con ello salvar el bosque, y el ave pequeñita siguió creciendo feliz...
- FIN -
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