Sol y Luna se baten en duelo a ver quién se adueña del cielo y entre los nubarrones que anuncian tempestades se cuelan entre tus cabellos los últimos rayos del astro rey, que hieren mis pupilas, abren mi entendimiento diciéndome que solo fuiste un sueño y que durante tiempos inconmensurables lo convertiré en almohada, recostaré mi cabeza febril, me acompañará en la cama cada noche junto a otros sueños que nunca quise entender, hasta un nuevo amanecer en que me levante, y lo tire por la ventana de los nuevos propósitos y hasta nunca más porque llegan nuevas y ardientes pasiones.-