Danna es mi vida
Escrito por lobogris (Desconectado Offline), el 29 de enero de 2008
Danna es mi vida
Al abrir sus ojos se dio cuenta que aquella vieja foto en la tolda interior estaba apunto de caer. Se repetía en su mente esa frase automática fija de todas las mañanas "que tiempos aquellos..."

Aun se sentía igual de vivo, igual de fuerte. Continuó su recorrido visual por toda aquella habitación improvisada; por encima del baúl de madera , colgaba aquel cartel amarillento como trofeo de los viejos buenos tiempos de gloria, el circo era su orgullo. Intentó sentarse sobre la cama pero su cuerpo le regreso a la realidad, hoy las cosas se ven mas claras, esos pensamientos guardados dentro de la desteñida carpa se desvanecieron al color de la vieja foto. Su segundo intento de incorporarse en asiento lo cubrió con un pequeño quejido de esfuerzo, parecía infructuoso el intento; otra vez vino al presente y recordó ese viejo dolor de espalda que traen los años de dormir en esa vetusta cama. – No voy a morir aquí acostado – se dijo en su mente; giro a su izquierda y se apoyó en su torpe brazo izquierdo y con ayuda de su mano derecha fue recobrando posición vertical sobre la cama; una vez sentado el rayo de sol que se colaba por el techo de la vieja carpa, le anunció que era de día, un nuevo día y el mismo trajín.

De nuevo al recuerdo; sobre la pequeña mesa de madera Álbumes a reventar, todos con fotos que no bajaban de 20 años de tomadas, unas a blanco y negro, otras en technicolor, eran tiempos memorables tiempos felices, tan felices que esa felicidad le alcanzaba hasta el hoy, un hoy a veces triste. Tomo sus manos los recuerdos empastados, recortes de periódicos que anunciaban la llegada por primera vez de un circo a SAN BENITO. - Suspiros - Hoy los suspiros eran como esos espíritus invocados de las almas de las gentes y sus aplausos, de rostros de sorpresa por alguna suerte de magias y de trucos. "El Gran Merlinni" era capaz de hacer volar objetos inanimados, aparecer aves y desaparecerse en medio de una cortina de humo. – Oh Dios Te bendiga San Benito Amaris me diste tantas alegrías, me regalaste tus aplausos, me regalaste a Danna - Mi Bella Flor del Desierto -.

Miro al lado vacío de su cama y se dio cuenta que Danna no estaba, ella era muy madrugadora, tal vez ya empezó su día muy temprano, quince años a su lado le daban el lugar mas importante que un viejo mago pudiese dar, el lado derecho de su cama; Danna era su compañera, ella era su vida.

El viejo religiosamente la repasaba en su memoria diaria, no quería olvidar ese primer día en que Danna Llego a su vida. Tan joven, tan tierna, tan Llena de Vida. Ella y su madre se presentaron por primera vez y para siempre esa tarde de mayo con tan solo una caja. Lo habían perdido todo; manifestaron su interés en una vacante de asistente de magia, alguien hermoso que luciera las luces de un pequeño vestido. La paga no era mucha pero era mejor que la nada y tener el estómago vacio. Rudelio el capataz hijo del administrador se opuso al ingreso de las dos – solo necesitamos una – decía. Merlinni se condolió y propuso agregar un acto mas, "La gitana adivina"; el, podía enseñarle algunos trucos y claves que conocía - ¿se atrevería Usted? - era una pregunta de una sola respuesta, era el "si" o el hambre, el frío y la soledad para las dos. - si, un disfraz será mi toque final - mientras la Bella Danna fuese su asistente, todo estaría bien. Fue mas que una suerte tenerla, fue su bendición; desde entonces Merlinni se convirtió en el protector de las dos y ellas llegaron para quedarse.

Sus recuerdos fueron interrumpidos al oír la voz Bella de Su compañera al otro lado de la tienda. Danna Conversaba de sus pesares con algunas mujeres. Todavía mantenía su hermosura intacta, intacta su cabellera negra larga hasta la cintura, bellas piernas que solo enseñaba en su traje de luces. Belleza opacada por estar – seca sin hijos, – como le decían las envidiosas mujeres. Hijos que talvez fue mejor no tener. Y ahora el viejo mago mas viejo y menos mago, por cierto, no era un prometedor futuro ni ahora, ni antes.

Sus enormes ojos azules se veían grises y esa luz de su mirada era hoy mas tenue. Cuando ella llegó al circo era apenas una niña inexperta y asustadiza sus quince años los había cumplido solo unos días antes y no hubo festín, no hubo regalos solo la feroz noticia que arrasó su alma. Durante la depresión económica muchas empresas cerraron, años de deudas que no se podían pagar fueron el motivo de la locura de su padre quien finó sus días ahorcado en frente de la fábrica donde tantos años laboró. - ¡enloqueció! - decían. El día del funeral se presentaron los acreedores como buitres atiborrados de papeles y abogados, a reclamar por el pago de la deuda del finado y les tocó entregar su casa, algunas prendas de mediano valor y hasta las ropas.

 

Escoge el próximo pasaje
Versión
1
div
Escrito por lobogris (Desconectado Offline), el 30 de enero de 2008
 2 votos · Leído 115 veces · Sin comentarios · 3 pasajes debajo
¿El tiempo tuerce nuestros caminos o endereza nuestros pasos? ya viejo medito en lo bueno y lo malo que hice, mis sesenta años no me dan tregua y aun me siento joven, aun me siento vivo. Pero mi cuerpo no es el mismo y mi rostro..., ... Leer mas


 
Volver al
Pasaje 1º

 
Comentarios
Nadie dejó comentarios en este pasaje.
Escribe el tuyo
Te gustaría comentar aquí
Solo los usuarios registrados pueden escribir comentarios
Obtén tu cuenta gratis | Ingresa
Leído 98 veces
Privacidad: Semi-Pública
Rating
Puntaje: 10,0 (1 voto)
Ideas
Personajes
Argumento
Comparte esta historia
LINK:
Para enviar por mensajería instantánea o e-mail.
HTML:
Para pegar en tu blog, foro o espacio web.
Creative Commons License
Reconocimiento - NoComercial - CompartirIgual 3.0
 
Tu cuenta
Ingreso
Obtén tu cuenta gratis
 
 
 
Mensaje


Exito


Error


Aviso


Related Links

Partner Links