Has derrochado coquetería para seducirme,
cada que me tocas impregnas tus exóticos aromas sin piedad con el fin de estimular la amìgdala de mi sistema lìmbico,
ya me hiciste el sexo oral una docena de veces...
hemos entrado seis veces a este hotel y en tres ocasiones te has bajado los calzones,
hoy yo te los quité... y a punto de meterme en el unico agujero que cuidas tanto, has reculado hacia atras y yo persiguiendote como un perro en celo...
Ya te tengo arrinconada contra la pared, sin escapatoria, son tus tobillos como grandes aretes colgados en tus orejas...
no!, mira, esta vez te voy a vejar,
tu en realidad quieres que yo me introduzca, ardes en esos deseos desde hace tiempo, de lo contrario no estarias aqui goteando humedad de tu vulva como si tuvieses una llave abierta, te la estoy dejando caer, ya esta empujando mi falo ti introito y contemplo tus ojos que suplican nuevamente que no...
porque no quieres entender que lo mujer que eres vale por tus talentos y no por tu himen estirado y ya a punto de romperse...
si, te esta doliendo, ero eso solo es un pretexto mas que refuerza ese miedo que tienes de darme esas preciosidades tuyas...
conociendote, se que vas a llorar en algunos momentos mas, que no disfrutaras el sexo los primeros dias, pero que en un par de semanas estaras ya gritando de placer...
por eso no siento culpa al romperte y decirte... te voy a vejar...