Camino cual perro en la calle,
el pinche tequila me jode
pero me pone muy alegre
aunque suela buscar degenere,
termino en una esquina
con toda la bragueta abierta,
vomitádo y meado encima,
de eso se trata mi vida nocturna
tan particular y común,
tan preferida doctrina,
que he adoptado en la noche
que me da mujeres intocables,
de miradas de desprecio
que intimidan mi anhelo
y mandan a la mierda mi ego.
Camino cual perro en la calle,
con andar de teporocho.
La calle es de sangre,
de miserable soledad,
de querer ser,
de incontable batalla,
de bares de malamuerte,
de ridiculidad perpétua,
de desagrado constante
y trasnochada interminable.
Me bebo la vida.
Saboreo la muerte.
Pruebo mi suerte.
Amanesco tirado en la calle
todo cagado y meado
en una banqueta de miedo
de un barrio de horror
de terrible noche
y andar errante
de una vida de lo peor.