La usurpación de alguien extraño ha desplazado mi mente. Ya no soy yo. Algún ente se ha apoderado de mi ser. En este último pensamiento que soy capáz de hilbanar gracias a la resistencia de mi "cabeza dura" como todos me dicen de apodo que se volvió mi nombre, escribo estas lineas para dejar en claro que no me rendiré ante este ente malvado que me esta dominando cada vez más y que dificilmente me da oportunidad para un asomo de razón. Es por eso que aquí relato, mientras pueda, las tortuosas cosas que me dice y lo terrible que es en persona. Lo débil que me siento a causa de la succión de mi alma que le entra por la boca y el horrible hedor que despide. Lo temeroso que estoy por su presencia todas las noches en el rincón del cuarto donde duermo y cuando me tapo con las cobijas y siento como se hunde mi cama para hacer alarde de su presencia. Me siento copado por este ser de no sé que dimensión pero, reitero, no me rendiré, tengo que vencerlo. Sacaré coraje de lo más profundo de mis entrañas, de lo que aún resiste. De lo que aún no viola. Su intención es conquistar el mundo y necesita de mí para poder lograrlo. Se ha robado mi alma, me siento muy cansado; también se ha llevado mi sueño y la vigilia empeora mi situación. !No permitiré que este ser domine al mundo! Ya tengo un plan que voy a poner en marcha en los siguientes momentos y quiero que quede constatado en esta nota que escribo en el baño. Haré mi primer y último acto de gran heroísmo para salvar al planeta entero de las garras de este malévolo ser... pasaré a la historia mundial al cortar las venas de mis muñecas. Mi último deseo es que esta nota sea guardada por todas las generaciones venideras para que sepan que hubo una vez en que el mundo estuvo en peligro y que un heróico mortal detubo la gran amenaza y se recuerde esta fecha: 30 de marzo de 2008. Aquí, acostado en la tina, llena de agua caliente, les digo adiós.