Sinopsis
Diderot dijo que solo las grandes pasiones pueden elevar el alma a las grandes cosas, yo os digo, que las bajas pasiones pueden arrastrar el alma hasta el lugar profundo y candente donde solo gobierna la carne, la percepción del placer y del dolor...
Dekarne era un hombre felizmente casado, pero su vida estaba contaminada por la sucia monotonía, no significa esto que no amase a su mujer, sentía por ella los sentimientos más nobles que un caballero puede sentir por su cónyuge, lo cierto es que detrás de su hermosa mujer había un hombre en condiciones de ser presa fácil de las bajas pasiones (las bajas pasiones son esas grandes pasiones que encierran el peligro de la entrega en demasía y fuera de control con un costo emocional incalculable), porque un día se detuvo de súbito ante Carol, una joven mujer, entonces cayó en ese abismo tan inmenso como el mismo cielo, donde no hay límites, donde no hay respeto a la moral vigente porque fue sacudida hasta el estremecimiento la escala de valores, donde solo priva como una bestia despiadada: la satisfacción primitiva del yo. Pero en un mundo en el que los amasiatos aplastan a la utopía de la fidelidad, tener relaciones extramaritales no solo implica pasión y afecto, tambien se tejen telarañas y se puede perder el ser en los intrincados laberintos de las relaciones destructivas, es por eso que tener una amante que solo te brinde las bendiciones del amor, de la pasión, sin complicaciones, que te de emociones, si tu lo quieres perversas, pero que se esfuerce en protegerte con un amor genuino, en hacer que perdure la pasión y lo más importante: ¡que lo logre!, eso es lo que llamaríamos el paraíso de las bajas pasiones... un edén que merece ser expuesto en cada uno de sus detalles y pormenores... aunque posiblemente solo exista en la imaginación de los hombres y en este escrito...
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1
Escrito por Galloleus el Psiquiatra Mexicano ( Offline), el 22 de agosto de 2007
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De acuerdo estoy con Helvecio al afirmar que la carencia de pasiones hace al hombre estúpido, es más lo acorrala al sinsentido, de ahí nacen las rutinas... Quizá por eso en esas tardes veraniegas calurosas, Dekarne un hombre desapasionado, ... Leer mas
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